Uno de los errores más comunes al cambiar los frenos es instalar mal las pastillas de freno. Esto puede generar un desgaste desigual o, peor aún, fallos en el sistema de frenado.
Cómo evitarlo: Antes de comenzar el proceso, asegúrate de que las pastillas de freno estén alineadas correctamente con el disco. La superficie de contacto debe ser uniforme, y es fundamental revisar que las pinzas estén ajustadas de manera adecuada. Además, usa grasa específica para los componentes móviles del freno, como los pernos deslizantes, para garantizar que las pinzas funcionen correctamente.