Existen varios tipos de líquidos de freno para motos, y la elección del tipo correcto depende de las especificaciones del fabricante de la moto y del sistema de frenos utilizado. Los dos tipos principales de líquidos de freno que se utilizan comúnmente en motos son el líquido de frenos con especificación DOT (Department of Transportation) y el líquido con especificación ISO (International Organization for Standardization).
DOT 3, DOT 4, DOT 5, y DOT 5.1:
Estas especificaciones son establecidas por el Departamento de Transporte de los Estados Unidos y son comunes en motos fabricadas en América del Norte. Los líquidos DOT 3, DOT 4 y DOT 5.1 son a base de glicol y son higroscópicos (absorben humedad). El DOT 5, en cambio, está basado en silicona y no es higroscópico. Los líquidos DOT 5 no se mezclan bien con los líquidos DOT 3, DOT 4 o DOT 5.1, y generalmente no se recomiendan para sistemas de frenos convencionales.
ISO 4925:
Es decir, este es un estándar establecido por la ISO y es común en motos fabricadas en Europa y algunas motocicletas japonesas. Al igual que los líquidos DOT, los líquidos de freno con especificación ISO son a base de glicol.
También es fundamental seguir las recomendaciones del fabricante de la moto y utilizar el tipo de líquido de freno específico indicado en el manual del propietario. La mezcla incorrecta de líquidos de freno puede afectar negativamente el rendimiento del sistema de frenos y comprometer la seguridad.
Además, ten en cuenta el punto de ebullición del líquido de freno, ya que los líquidos de mayor calidad tienden a tener puntos de ebullición más altos, lo que es beneficioso en condiciones de frenado intensivo.
Siempre es aconsejable verificar el manual del propietario de tu moto y, en caso de dudas, buscar la orientación de un profesional mecánico para asegurarte de utilizar el tipo correcto y mantener el sistema de frenos en óptimas condiciones.