- Vibración o sacudidas al frenar: uno de los signos más comunes de discos de freno dañados es la vibración o sacudidas que puedes sentir en el volante o el pedal de freno al aplicar los frenos. Esto puede deberse a un desgaste irregular de los discos.
- Ruido al frenar: los discos de freno desgastados o dañados a menudo producen ruidos de chirrido, rechinido o chillido al frenar. Esto puede indicar que las pastillas de freno están rozando o que los discos están gastados.
- Pérdida de eficacia de frenado: si notas que tu automóvil tarda más en detenerse o requiere un esfuerzo adicional en el pedal de freno para frenar, esto podría indicar problemas en los discos de freno.
- Superficie desgastada o irregular: visualmente, puedes inspeccionar los discos de freno a través de las ruedas. Si notas que la superficie de los discos está desgastada, tiene surcos profundos o presenta áreas irregulares, es un signo de desgaste o daño.
- Sensación de frenado desigual: si sientes que el automóvil tiende a desviarse hacia un lado al frenar, esto podría indicar un problema en los discos de freno de una rueda en particular.
Causas de mal funcionamiento de los discos de freno
- Desgaste normal: con el tiempo, los discos de freno se desgastan debido al uso regular y al calor generado durante el frenado. Este desgaste es normal y ocurre gradualmente.
- Sobrecalentamiento: frenar de manera brusca y repetida puede causar el sobrecalentamiento de los discos de freno, lo que conduce al endurecimiento del metal y al agrietamiento.
- Pastillas de freno desgastadas o dañadas: pastillas de freno desgastadas o mal ajustadas pueden causar un desgaste irregular en los discos.
- Calibradores de freno atascados: los calibradores de freno que no se deslizan correctamente pueden hacer que las pastillas de freno permanezcan en contacto constante con los discos, causando un desgaste prematuro.
- Contaminación: la acumulación de suciedad, polvo o líquidos de frenos contaminados en la superficie de los discos puede afectar su rendimiento.