En la mayoría de los coches de serie, estos latiguillos están fabricados con goma sintética. Son económicos, flexibles y cumplen su función para un uso normal. Sin embargo, bajo condiciones de alta exigencia, como las que se dan en un coche deportivo o en conducción agresiva, estos latiguillos de goma tienen una limitación importante: se dilatan. Cuando el líquido de frenos se calienta o la presión aumenta, la goma tiende a expandirse ligeramente, absorbiendo parte de la fuerza que debería ir directamente a las pinzas.
Aquí es donde entran los latiguillos metálicos para frenos. A diferencia de los de goma, están compuestos por un tubo interno de teflón (PTFE) recubierto por una malla de acero inoxidable trenzado. Este recubrimiento metálico es el secreto: es prácticamente inexpandible.
Cuando se aplica presión al sistema de freno, esta malla de acero evita cualquier tipo de dilatación del latiguillo, asegurando que el 100% de la presión hidráulica llegue a las pinzas de freno. El resultado es una frenada más directa, precisa y con un tacto del pedal inmejorable.
Beneficios técnicos de los latiguillos metálicos DASH-3
Los latiguillos metálicos, específicamente los de estándar DASH-3 que usamos en SDT Brakes, ofrecen ventajas técnicas muy claras y perceptibles que van más allá de una simple mejora estética. Estos beneficios se traducen directamente en un mejor rendimiento y mayor seguridad para tu coche deportivo.
Mejora del tacto del pedal
Este es, quizás, el beneficio más notable y el que más valoran los conductores deportivos. Al eliminar la dilatación de los latiguillos, la presión del líquido de frenos se transmite de forma instantánea y completa a las pinzas. Esto se traduce en:
- Mayor firmeza: El pedal se siente más sólido y menos esponjoso.
- Respuesta más directa: La frenada es inmediata y lineal, sin retrasos ni pérdidas de fuerza.
- Mejor modulación: Puedes dosificar la fuerza de frenado con mucha más precisión, lo que es vital para un control óptimo en situaciones límite o en circuito. Esta sensación te permite sentir mejor el agarre de los neumáticos y evitar el bloqueo de ruedas.
Reducción del calentamiento del sistema
Aunque los latiguillos no son el principal foco de calor en el sistema de frenos, su composición sí influye en cómo se disipa y se transmite el calor al líquido de frenos.
El teflón interno de los latiguillos metálicos es menos propenso a absorber y retener calor que la goma.
La malla de acero inoxidable, si bien no es un disipador activo de calor, ayuda a mantener la integridad estructural del latiguillo a altas temperaturas, evitando que el calor genere una expansión excesiva que agrave el fading.
Al evitar la dilatación, se reduce el trabajo extra del sistema, lo que puede contribuir marginalmente a una menor elevación de la temperatura general del líquido de frenos, prolongando su vida útil y retrasando el fenómeno del vapor lock.
Mayor resistencia al desgaste y durabilidad
Los latiguillos de goma son susceptibles a diversos factores que los degradan con el tiempo:
- Envejecimiento del material: La goma se endurece, se agrieta y se vuelve quebradiza con el paso de los años, las fluctuaciones de temperatura y la exposición a agentes externos.
- Impactos y abrasión: Están más expuestos a daños por piedras, residuos de la carretera o roces con otros componentes.
- Hinchazón por líquidos: Algunos tipos de líquido de frenos o contaminantes pueden hacer que la goma se hinche y deteriore internamente.
Los latiguillos metálicos, gracias a su construcción con alma de teflón y malla de acero inoxidable, son inherentemente más resistentes:
- Protección contra agentes externos: La malla de acero ofrece una excelente protección contra la abrasión, cortes y golpes.
- Resistencia a la temperatura y presión: Mantienen su integridad estructural y sus propiedades bajo condiciones de temperatura y presión mucho más elevadas, lo que los hace ideales para uso intensivo y deportivo.
- Mayor vida útil: Aunque pueden ser más caros inicialmente, su durabilidad y resistencia a la degradación suelen compensar la inversión a largo plazo, reduciendo la necesidad de reemplazos frecuentes.
En resumen, la inversión en latiguillos metálicos para frenos no solo mejora el rendimiento de tu coche deportivo, sino que también contribuye a la seguridad y la fiabilidad de tu sistema de frenado.